El presidente del Gobierno y pastor de la Iglesia Cristiana de la Familia (ICF), Rolando Hurtado enfatizó durante la conferencia “La ira, enemiga del amor” que este sentimiento sólo es constructivo cuando se ataca el problema pero no así a las personas.
¿Qué es la ira?
La ira es un deseo ardiente de corregir, atacar o destruir algo que nos incomoda o amenaza, un deseo que no es maligno o pecaminoso. Dios habla tanto en el Nuevo Testamento como en el Antiguo Testamento acerca de la ira y la describe como aquella que ataca la injusticia, sin embargo, debemos tener mucho cuidado para no caer en lo pecaminoso.
¿Cuándo es pecado?
Frecuentemente este sentimiento se puede volver pecaminoso cuando defendemos nuestro propio ego (yo) y atacamos a alguien, en vez del error. Generalmente nos airamos cuando tenemos estrés o cansancio y reaccionamos cuando nos sentimos atacados o se revuelven las viejas heridas. Por ello, debemos tener cuidado dado que los resultados de la ira suelen generar violencia, depresión, amargura,
resentimiento contra las personas que deberíamos amar.
¿Qué debe hacer una persona cuando siente ira?
Es muy importante el modo como expresamos la ira pues tenemos dos opciones: acusar o confesar. La primera sólo refleja el egoísmo porque se acusa a la otra persona diciendo “me lastimaste”, mientras que decir “me sentí lastimado”, es una confesión saludable que no busca dañar a los demás y más bien trae mejores resultados.
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